En la era digital, las redes sociales están desempeñando un papel cada vez más influyente en las tendencias de belleza. Esta influencia está alcanzando un nuevo nivel, impactando especialmente a las generaciones más jóvenes. La cosmeticorexia, término que describe la obsesión por los cosméticos, está emergiendo como una preocupación creciente entre niñas, adolescentes y jóvenes en edad escolar, siendo las redes sociales, en particular TikTok, un factor significativo en su desarrollo. Los expertos advierten sobre las consecuencias del uso inapropiado de productos en la piel joven, destacando la importancia de una educación adecuada sobre cuidado de la piel y una autoestima saludable.

Según Natalia Olmo, experta en belleza y creadora de la firma de cosmética natural y ecológica Maminat y profesional del marketing digital, “la cosmeticorexia afecta principalmente a adolescentes. Estos jóvenes consumidores muestran un patrón caracterizado por un interés en los productos cosméticos, el consumo de zumos detox y una intensa actividad en redes sociales, especialmente TikTok, donde se exponen a diversas rutinas de cuidado de la piel. Tengamos en cuenta que es una etapa en la que la piel se ve bastante afectada por los cambios hormonales. Esos cambios se reflejan en forma de granitos, acné, exceso de grasa y quieren buscar soluciones”.

“Las redes sociales están desempeñando un papel fundamental en fomentar esta obsesión”, afirma Natalia Olmo. “Como experta también en marketing digital, puedo explicar que es fácil para los jóvenes verse influenciados por las rutinas de ‘skincare’ que ven en TikTok y sentir la necesidad de adquirir todos los productos promocionados para lograr una piel perfecta”.

Cosmeticorexia: obsesión por los cosméticos, peligrosa entre jóvenes influenciada por las redes sociales

Consecuencias del uso de productos inadecuados en la adolescencia

La doctora y médico estético Alejandra Olmo alerta sobre las consecuencias físicas del uso de productos inadecuados en la adolescencia. “Es importante cuidar nuestra piel desde la adolescencia pero hay que saber qué productos son aptos para no dañar la barrera dermocutánea”, advierte la Dra. Olmo.

“En la adolescencia, una buena rutina es limpiarla, hidratarla y protegerla del sol. A partir de los 25-30 años, nuestras necesidades cambian y debemos aportarle ese plus de ácido hialurónico, antioxidantes y retinol. Cuando los usamos antes, estamos rompiendo nuestra barrera dermocutánea, pudiendo producir irritaciones, dermatitis e incluso quemaduras”.

Promover una cultura de belleza saludable

Para combatir esta obsesión, tanto padres como empresas tienen un papel crucial que desempeñar. Según Natalia Olmo, los padres deben fomentar la aceptación y la autoestima en sus hijos, enseñándoles a valorar su belleza natural y a no sucumbir a la presión de las tendencias. Por otro lado, las empresas de cosmética pueden contribuir promoviendo mensajes responsables y estableciendo pautas claras sobre la edad apropiada para el uso de sus productos en colaboraciones con creadores de contenido en redes sociales.

En última instancia, la lucha contra la cosmeticorexia requiere un enfoque colaborativo entre padres, industria y sociedad en general, con el objetivo de promover una cultura de belleza saludable y realista para las generaciones futuras.

Cosmeticorexia: obsesión por los cosméticos, peligrosa entre jóvenes influenciada por las redes sociales

Maminat

Maminat es una firma de cosmética natural, ecológica y consciente que promueve la producción de cercanía, la sostenibilidad y la reducción de emisiones de CO2 en el cuidado corporal a través de sus productos, pensada para los que buscan priorizar su salud y la belleza exterior a través del cuidado personal.

Productos 100% naturales y ecológicos aptos, en su mayoría, para veganos, con ingredientes y activos bio, procedentes, en su mayor parte del Mediterráneo, libres de sustancias tóxicas, sin siliconas, parabenos, ni sulfatos.

Su fundadora, Natalia Olmo, comenzó a estudiar cosmetología y aromaterapia tras sufrir acné cosmético, aprendiendo, de manera autodidacta, la utilidad de las plantas aplicadas en nuestra piel. Tras seis años de exhaustivo trabajo e investigación, lanza Maminat en 2017, que aboga, además, por la frescura en la industria cosmética, puesto que todos sus productos son absolutamente frescos y están marcados con su fecha de caducidad (de 14 de meses y 6 desde que son abiertos) para saber cuándo debe ser sustituido por otro nuevo y fresco. De esta manera, los productos para la piel cobran el mismo valor que los alimentos frescos, son más nutritivos y contienen menos aditivos.